A lo largo de tres años (hace diez) escribí una cosa más bien tirando a prescindible llamada Las reglas que, por cierto, ni siquiera me molesté en guardar. Para qué. No hace tanto me escribió un lector y me las mandó recopiladitas, maquetadas en una especie de diario y ahí dispuestas una tras otra, con mis tonterías surcando bandejas de entrada. En fin.
…