El camino desde el aeropuerto de Menara hasta la imponente entrada en terracota roja que recibe a los huéspedes de La Mamounia es un viaje en el tiempo hasta un lugar no andado en la memoria —mentira, sí hay un rastro que se intuye apenas, un hilo finísimo allá al fondo de los cajones casi cerrados de mis recuerdos, un pálpito que se hace casi inaprecia…
© 2024 Jesús Terrés
Substack is the home for great culture