Ven,
salgamos fuera.
Todavía
nos queda mucho
atardecer.
Es el final de Solo es el tiempo —para Raymond Carver— del gran Karmelo Iribarren, poemas como el suyo ensanchan estos días angulosos, el equinoccio de otoño llegó como llegan las cosas que no piden permiso. Equinoccio, el único momento del año en el que el día y la noche duran exactamente lo mismo: ni …