Una de las tendencias que más me han fascinado por su calado más allá del ruido es sin duda esa que hemos englobado muchos como bizarre: un lenguaje visual que roza lo radical, autenticidad por bandera, pinceladas de surrealismo, manifestación sin filtro de nuestro yo más rarito, una patada en el culo de lo perfecto.
Reflexionando estos días en torno a …